We are Back in Track!








Hace mucho tiempo que no escribo, y la verdad es que lo echaba de menos.


Ocean-free Project nació siendo una cosa, pero, tal  como las personas, también cambian los proyectos. Y es así que yo he cambiado, aunque en esencia sigo siendo el mismo y sigo intentando proyectar el mismo entusiasmo a todo lo que hago. 


Ocean-free Project y Llévate 1 siguen siendo mis pequeños proyectitos que tal y como a unos hijos se les ama, se les mima y se les permite crecer, al mismo tiempo que pueden llegar a cansar, a ser realmente difíciles de sobrellevar, más aún cuando uno está solo. Y estoy solo porque así lo he querido y lo he visto necesario. Ya en otra entrada más atrás expresaba mi desaprobación ante ciertas actuaciones de ciertos movimientos ecologistas y con el paso del tiempo y las experiencias que me han tocado vivir, ratifico esta primera opinión. El ecologismo, que es en esencia por lo que nace este blog, lo hacen las personas, no las organizaciones. No me canso de decirle a aquellos que todavía me escuchan que las personas más ecologistas de siempre fueron nuestras abuelas; recogiendo el agua de lluvia para regar aquellas plantas aromáticas o especias plantadas en latas viejas. Especias que luego condimentaban una comida que alimentaba a cinco o seis personas y que a la misma vez no había costado más que la mitad de lo que cualquiera de nosotros se gastaría hoy en día en cualquier restaurante de comida rápida. Las personas más ecologistas nunca alardearán de serlo; simplemente, se limitarán a hacerlo.

¿Por qué me decido a escribir todo esto?No lo sé, supongo que porque necesito soltarlo y, para desgracia de muchas personas que me quieren, siempre me ha resultado más fácil escribir que hablar. Y eso ha echo y sospecho que seguirá haciendo daño.

Durante todo este tiempo he pasado de dejar de lado este proyecto (ocean-free) para meterme de lleno con Ecoocéanos, una asociación ecologista a la cual en un principio le vi muchísimos puntos positivos. A pesar de ello, después de algún tiempo, he empezado a sentirme cada vez más desvinculado, hasta que poco a poco, aquella magia que solía sentir se fue desvaneciendo. No descarto seguir haciendo limpiezas de costas (LLÉVATE 1) con ellos, y seguir colaborando con ellos en todo lo posible ya que, al fin y al cabo, ha sido una experiencia bonita. 


        Foto de la última edición del Llévate 1 realizada en Abades con la asociación Amigos de Lourdes y Ecoocéanos.


Pero realmente lo que me está motivando ahora más que nunca, es el arte plástico. Sé que no es en absoluto una idea innovadora ni muchísimo menos pero sin duda creo que es una manera inteligente a la par que apasionante para llamar la atención de la problemática del plástico y, aunque no soy un experto en el tema, y sin duda pasará mucho tiempo (si es que algún día ocurre) hasta que me pueda dedicar a ello.


                                                               Algo feo, algo bonito


El caldero lo recogí mientras pateaba por el Barranco de Ruíz, en el norte de la isla de Tenerife (el Llévate 1 es perfectamente extrapolable a otros ámbitos, no solo playas. La vara de metal que hace de tallo de la flor fue recogida de la playa de Abades en la limpieza de la foto anterior, y la flor en sí, supongo que antes o después también hubiera acabado en la basura.

En conclusión, he resuelto un dilema. En primer lugar, voy a volver a escribir en este blog e incluir todo tipo de temática que creo que pueda ser de interés y, a pesar de que Ocean-free Project haya cambiado el concepto pero, ¿qué más da? las personas cambian, los sueños se modifican, se comparten, se pierden y se cumplen, pero lo más importante es que siguen ahí, y es eso lo que me hace seguir adelante, pensar que quizás en un futuro, las cosas empiecen a cambiar para bien, la gente empiece a tomar verdadera conciencia no solo del plástico sino de su mundo, el mundo que les rodea, y podamos empezar tod@s a hacer ecologismo del de verdad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario